Un total de 30 migrantes permanecen desaparecidos, mientras que otros 17 pudieron ser salvados, tras volcar su barca durante las tareas de salvamento por parte de un buque mercante, comunicó la Guardia Costera italiana, que subrayó que la embarcación estaba en la zona de rescate de Libia, en el Continente Europeo.
Las operaciones de búsqueda de los desaparecidos se está realizando con la ayuda de buques mercantes y con dos aviones de Frontex, la agencia europea para el control de las fronteras.
Alarm Phone, una red de activistas que reciben las llamadas de las barcazas que se encuentran en peligro en el Mediterráneo Central, había denunciado el naufragio de la barcaza y había acusado a las autoridades italianas de no intervenir a pesar de que habían informado de su presencia ya en la noche del sábado.
Según la reconstrucción de la Guardia Costera italiana, la barca se encontraba en zona SAR (búsqueda y rescate, en sus siglas en inglés) de Libia pero destacó que "registró la inactividad de los otros Centros Nacionales de Coordinación y Salvamento Marítimo involucrados por área" en referencia a Libia y Malta.
Explicaron que el mercante "Basilis L" informó de que tenía el barco a la vista, a la deriva, y que tenía dificultades para rescatarlos debido a las adversas condiciones meteorológicas de la zona y que las autoridades libias, responsables de las actividades de búsqueda y salvamento en esa zona, ante la falta de disponibilidad de medios navales, solicitaron el apoyo, tal y como exigen los convenios internacionales de salvamento marítimo, del Centro Nacional de Coordinación de Salvamento Marítimo de Roma que, a petición de las autoridades libias, envió inmediatamente un mensaje de emergencia vía satélite a todos los buques en tránsito.
Este nuevo naufragio se produce después de la tragedia frente a las costas de Cutro, en Calabria (sur de Italia) en la que murieron al menos 79 migrantes y por el que se ha abierto una investigación para aclarar las posibles responsabilidades también de la Guardia Costera italiana que no intervino a pesar de una que Frontex señaló la existencia del pesquero.
La ONG mediterránea Saving Humans criticó que “a pocos días del naufragio de Cutro, nos encontramos ante un nuevo caso dramático de no asistencia y retraso en el rescate de personas en peligro en el mar” y añadieron; “Se debe hacer todo lo posible de inmediato para recuperar a los desaparecidos y a los supervivientes".
El barco que naufragó hoy había sido identificado frente a las costas de Libia y Alarm Phone explicó que las autoridades italianas habían dado instrucciones a los buques mercantes presentes en la zona pero que estos se limitaron a observar durante 24 horas, como se recoge en un vídeo tomado por la avioneta "Seabird2" de la ONG Sea Watch.
El vídeo muestra el barco en grandes dificultades debido al fuerte oleaje y los barcos mercantes tratando de protegerlo de las olas pero sin poder intervenir.
"Me llegan noticias de un nuevo naufragio, en el que habrían muerto más personas, frente a las costas de Libia. Parece que este barco pidió ayuda y le dijeron que se pusiera en contacto con los guardacostas libios. Es una desgracia para Italia y para Europa, no podemos seguir viendo el Mediterráneo reducido a un gran cementerio al aire libre. Por eso pido un minuto de silencio", dijo la nueva secretaria del opositor Partido Demócrata (PD), Elly Schlein, durante la asamblea que se está celebrando en Roma.
En los últimos cinco días, cerca de 4.000 migrantes han llegado a las costas italianas y el ministro de Exteriores, Antonio Tajani, en una entrevista radiofónica afirmó que "la situación es preocupante , Europa debe darse cuenta”.
Desde principios de 2023, han llegado a las costas italianas 17.592 migrantes, el triple que en el mismo período del año pasado (5.976).