Probablemente estas
vacaciones busques escaparte a la playa, pero quizá quieras ir a una donde
puedas relajarte y disfrutar de la naturaleza de alguna paradisiaca playa virgen.
Las playas michoacanas, que hoy día cuentan con servicios básicos de hospedaje
y seguridad, son ideales para olvidarte del estrés citadino y sumergirte en un
entorno 100% natural. ¡Visítalas y prepárate para descansar y realizar
actividades de aventura!
LA TICLA: Sobre la Carretera Nacional 200 y a la altura del
kilómetro 185 está el poblado El Duín. Por aquí se accede a un camino que llega
a esta especial playa, la segunda más conocida de Michoacán, que con grandes
olas y corrientes violentas, atrae
a cientos de personas que llegan a este sitio para practicar surf. En su momento fue sede de
campeonatos nacionales de este deporte, por lo que en la zona hay palapas para
acampar e instalaciones para casas móviles como electricidad y agua. Muy cerca se encuentra el río Ostula,
en el cual es posible realizar actividades de descenso
en río, vuelos en parapente y ala delta desde el mirador. Los
platillos que se ofrecen en el restaurante son los típicos, como camaronillas y
pescado al aguachile.
FARO DE BUCERÍAS: Avanzando 5 o 6 kilómetros al sur se llega a esta
playa encantadora con diferentes opciones de alojamiento: cuartos y varias
palapas para acampar con servicios de agua potable, baños, regaderas,
electricidad, comedores y asadores, además de restaurantes con excelente cocina
del mar, como el pescado zarandeado.
LA LLORONA: A tan sólo 12 kilómetros aproximadamente está una de las playas más hermosas y
solitarias el país, sus formaciones rocosas le dan al paisaje un extraño
ambiente. Los lugareños la llaman así porque al pisar la arena “llora”, debido
a que los componentes del suelo están muy comprimidos. Es verdaderamente una
joya. Se pueden avistar diferentes tipos de aves marinas que anidan en las
rocas.
LA PALMA SOLA: Cuenta con los servicios básicos y ofrece unas
cabañas con mayores comodidades. Están ubicadas en un risco desde donde se
puede ver gran parte de la costa. Se puede nadar en la tranquila bahía, practicar la pesca deportiva o
disfrutar de paseos en lancha.
LA MANZANILLA: Es uno de los más bellos complejos en la costa
michoacana, y el de mayor capacidad; posee seis cabañas dobles completamente
equipadas, cada una con un pórtico con vista al mar. Existe la posibilidad de
rentar solamente media cabaña para dos personas. También recibe a las tortugas,
pero en menor cantidad. Se pueden realizar viajes en lancha para visitar
la Playa de los Pelícanos, practicar
pesca deportiva y buceo alrededor del barco hundido.
IXTAPILLA: Ofrece un descanso en el camino, excelentes
pescados zarandeados y palapas con una de las mejores vistas. Es aquí donde
arriban cientos de tortugas a desovar en los meses de octubre y noviembre, las
extensas playas se convierten en el lugar donde acontece uno de los milagros
más espectaculares de la naturaleza. Se
establece un sistema de vigilancia por parte de los pobladores del lugar, así
como de la Marina Armada de México, la SEMARNAT y algunas organizaciones
civiles. Cuenta con tres cabañas (para cuatro personas cada una), área para
acampar y palapas para hamacas. Un excelente lugar para descansar y observar a las tortugas.
COLOLA: Es la playa y parador
eco-turístico con mayor arribazón de tortugas, de hecho, es de las pocas en el
litoral mexicano a las que llegan las gigantescas tortugas laúd a desovar,
además de la golfita y la negra. Las cabañas están a unos cuantos metros del
mar, con una vista maravillosa y acceso
a una playa extraordinariamente limpia.
MARUATA: Es quizá la playa más famosa de la zona. Aquí se
asientan varios prestadores de servicios, palapas y cuartos para hospedarse, un
restaurante con vista a la bahía y unas cabañas elevadas con pórticos y hamacas
muy confortables. La playa es muy extensa y está cercada por enormes formaciones rocosas que
la dividen en varias secciones. Frente
a la planicie hay una laguna, los arroyos Escobillero y Chipana desembocan en
esta laguna-playa, al final de la cual aparece otra más y la desembocadura del
río Motín del Oro.
Definitivamente el
recorrido de estas playas es uno de los más interesantes que se pueden hacer.
Sin duda las aguas azules y la limpieza de estas costas son recuerdos
imborrables que, como sueños apacibles, permanecerán en la memoria.