Rusia ha confirmado que se adjudica formalmente las partes de Ucrania que ya han sido ocupadas por las fuerzas rusas.
De acuerdo al vocero del Kremlin, Dimitry Peskov, el presidente ruso Vladímir Putin, asiste a una Ceremonia en la Ciudad de Moscú, donde las cuatro regiones ucranianas Donetsk, Lungansk, Jerson y Zaporiyia pasarán oficialmente a formar parte de la Federación Rusa.
Los dirigentes prorrusos de las provincias ucranianas firmarán tratados de incorporación a Rusia durante el acto que tendrá lugar en el Salón de San Jorge, en el Kremlin. Esto se debe a las votaciones en zonas bajo ocupación rusa donde Moscú afirmó que los residentes respaldan la iniciativa sobre el ingreso a la Federación Rusa.
Por su parte, Estados Unidos, sus aliados, y Annalena Baerbock, Ministra de Exteriores de Alemania, condenaron enérgicamente las votaciones, acusando que son una «farsa» y mencionaron que nunca reconocerán los resultados.
«Bajo amenazas y a veces incluso a punta de pistola, se sacó a la gente de sus casas o de sus puestos de trabajo para votar en urnas de cristal», manifestó Baerbock en una conferencia en Berlín.
Durante los cinco días que duraron las consultas, soldados armados acompañaron a los funcionarios electorales para recopilar las boletas. Los funcionarios nombrados por Rusia en las cuatro provincias del sur y este de Ucrania anunciaron el día martes en la noche que el 93% de las boletas depositadas en la región de Zaporiyia respaldan la anexión, 87% en Jersón, 98% en la región de Lugansk y 99% en la región de Donetsk.
Ante esto, la nación ucraniana ha calificado esta adjudicación como ilegítima, sosteniendo que no tiene derecho a reconquistar los territorios. Rusia se mantuvo indiferente ante las críticas y llamó a sus filas a 300 mil reservistas más, además, advirtió que podría usar armas nucleares.