- Del total de la población que habita el estado, 54.8 por ciento se encuentra en situación de pobreza
La política asistencialista y clientelar no resuelve de fondo ni la marginación ni la pobreza en el país, por el contrario tiende a ahondarla al mantenerla disfrazada, subrayó la diputada Araceli Saucedo Reyes coordinadora del Grupo Parlamentario del Partido de la Revolución Democrática en la LXXIV Legislatura del Congreso del Estado.
La líder de la bancada perredista apuntó que si la federación insiste en su política de castigo hacia la mayoría de las entidades de la República, sin inyectar recursos para su desarrollo, se ahondará la estadística de la pobreza y el subdesarrollo nacional.
Dijo que el desorden ha privado en la entrega de los apoyos económicos creados por el Gobierno Federal, y aquellos que han logrado cristalizarse tienen un claro trasfondo para generar una clientela político-electoral para futuros procesos comiciales.
Araceli Saucedo recordó que del total de la población que habita el estado, 54.8 por ciento se encuentra en situación de pobreza con un promedio de carencias de 2.8, lo que abarca a más de dos millones de michoacanos.
“La federación ha renunciado a la posibilidad de detonar el desarrollo con proyectos como la Zona Económica Especial del Puerto de Lázaro Cárdenas, lo que vendría a generar fuentes laborales y derrama económica para Michoacán, lo que evidencia que se opta por la política de la limosna y no del desarrollo”.
La diputada local por el Distrito de Pátzcuaro citó los datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), que muestran cómo prácticamente la mitad de los michoacanos vive en situaciones precarias, ya que el 41.3 por ciento de la población estatal presenta una situación de pobreza moderada.
Los municipios que presentan mayor porcentaje de pobreza son Susupuato con un 86.6 por ciento; Nocupétaro, 86.1 por ciento; Tzitzio, 85.7 por ciento; Tumbiscatío, 84.2 por ciento; y Parácuaro, con 83.4 por ciento.
“Para garantizar un futuro verdadero, con posibilidades de crecimiento económico, y desarrollo de todos y cada uno de los mexicanos, se requiere una política pública efectiva que genere fuentes de empleo que potencien las capacidades, no políticas de limosna que obedecen a coyunturas inmediatas y asumen una postura pasiva y clientelar de las personas”, refirió Araceli Saucedo.