La respuesta
al tráfico de niños y jóvenes víctimas de la trata
La trata de personas es un delito que
explota a mujeres, niños y hombres con numerosos propósitos, incluidos el
trabajo forzoso y la explotación sexual. Desde 2003, la UNODC ha recopilado
información sobre aproximadamente 225.000 víctimas de la trata detectadas en
todo el mundo. A nivel mundial, cada vez son más los países que detectan a
víctimas y denuncian a los traficantes de estas mafias. Ello conlleva una mayor
facilidad en la detección de estas víctimas, pero también un aumento de las
cifras como consecuencia.
Todos los países están afectados por la
trata, ya sea como país de origen, tránsito o destino de las víctimas. Los
traficantes todavía siguen amenazando principalmente a mujeres y niñas. La gran
mayoría de las víctimas con fines de explotación sexual y el 35% de las
víctimas con fines de trabajo forzoso son mujeres. Los conflictos agravan
todavía más el problema, ya que los grupos armados sobreexplotan a los civiles
y los traficantes aprovechan esta situación captando forzosamente a personas
desplazadas huidas de dichas zonas.
En 2010, la Asamblea General adoptó un
Plan de Acción Mundial para Combatir el Tráfico de Personas, urgiendo a los
Gobiernos de todo el mundo a derrotar este flagelo. El Plan llama a integrar la
lucha contra la trata en los programas de las Naciones Unidas para el fomento
del desarrollo y el refuerzo de la seguridad mundiales. Una provisión crucial
del Plan es el establecimiento de un Fondo Voluntario Fiduciario para las
víctimas del tráfico, especialmente mujeres y niños.
Este fondo facilita la asistencia y la
protección efectivas y directas a las víctimas de la trata mediante las
subvenciones a organizaciones no gubernamentales especializadas. El objetivo es
priorizar a las víctimas provenientes de conflictos armados o que forman parte
de grandes corrientes migratorias o de refugiados.
En 2013, la Asamblea General sostuvo una
reunión para evaluar el Plan de Acción Mundial. Los Estados miembros adoptaron
la resolución designaron el 30 de julio como el Día Mundial
contra la Trata. En la resolución, se señala que el día es necesario para
«concienciar sobre la situación de las víctimas del tráfico humano y para
promocionar y proteger sus derechos».
En septiembre de 2015, los países
aprobaron la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y aceptaron cumplir los
objetivos y las metas relacionados con la lucha contra la trata. Estos
objetivos piden que se ponga fin a la trata y la violencia contra los niños,
que se tomen medidas contra la trata en general, y que se acabe con todas las
formas de violencia contra las mujeres y niñas y de su explotación.
Pidamos a
nuestros gobiernos que actúen frente a la trata de personas
A pesar de que son muchos los países que
poseen leyes nacionales en la lucha contra la trata de personas siguiendo los protocolos establecidos por las Naciones Unidas,
el tráfico sigue siendo una realidad. Es más, en muchos países las víctimas
puede hasta llegar a ser criminalizadas mientras que los traficantes quedan impunes.
Por todo ello, este día pretende
subrayar la importancia de que los gobiernos tomen medidas a favor de las
víctimas. Y para ello, no solo es esencial el gobierno en sí, sino que es
necesario que nosotros también tomemos partido en presionar en la lucha por
prevenir este cruel crimen.
Si quieres participar en esta campaña en
las redes sociales, usa las etiquetas #Trata y #FinALaTrata.