Tras reconocer el "fracaso colectivo" del pasado, en la declaración final de la Conferencia, los líderes mundiales pidieron este viernes más ambición para garantizar que se aborde el grave estado de los océanos, y admitieron con franqueza estar "profundamente alarmados por la emergencia global a la que se enfrenta el mar".
En la clausura, el secretario general adjunto para Asuntos Jurídicos, Miguel de Serpa Soares, elogió a los coanfitriones, Portugal y Kenya, por el gran éxito de la conferencia.
Reafirmar los compromisos
El documento reafirma que el océano es fundamental para la vida en nuestro planeta y para nuestro futuro, los firmantes resaltaron la especial importancia de aplicar el Acuerdo de París de 2015, y el Pacto Climático de Glasgow del pasado noviembre para ayudar a garantizar la salud, la productividad, el uso sostenible y la resiliencia del océano.
"Nos comprometemos a detener y revertir el deterioro de la salud de los ecosistemas marinos y la biodiversidad del océano, y a proteger y restaurar su resiliencia e integridad ecológica", apuntaron.
Los compromisos incluyen:
La iniciativa “Desafío de Proteger Nuestro Planeta” invertirá al menos 1000 millones de dólares para apoyar la creación, ampliación y gestión de áreas marinas protegidas para 2030
El Banco Europeo de Inversiones extenderá 150 millones de euros adicionales a toda la región del Caribe como parte de la iniciativa de Océanos Limpios para mejorar la resiliencia climática, la gestión del agua y la gestión de los residuos sólidos
Portugal se comprometió a garantizar que el 100% de la zona marina bajo soberanía o jurisdicción portuguesa se evalúe como en buen estado ambiental y a clasificar el 30% de las zonas marinas nacionales para 2030
Kenya está desarrollando actualmente un plan estratégico nacional de economía azul, inclusivo y orientado a las múltiples partes interesadas. Además, se comprometió a elaborar un plan de acción nacional sobre los desechos plásticos marinos.
India se comprometió a realizar una campaña de mares limpios en las costas y trabajará para prohibir los plásticos de un solo uso
"Pedimos un marco de biodiversidad mundial ambicioso, equilibrado, práctico, eficaz, sólido y transformador para después de 2020", continúa la declaración de Lisboa.
Los entornos marinos resilientes y saludables son la base de la regulación del clima y del desarrollo sostenible, con el potencial de producir alimentos y energía para miles de millones de personas.
En la conferencia, más de 150 Estados miembros se comprometieron voluntariamente a conservar o proteger al menos el 30% de los océanos del mundo dentro de las áreas marinas protegidas, y otras medidas de conservación basadas en zonas geográficas para 2030.
"Estoy impresionado por los nuevos compromisos [que los países asumieron]”, declaró Serpa Soares en la ceremonia de clausura, y añadió que "los compromisos deben aplicarse de manera oportuna y ser supervisados". Algunas de las promesas son:
Proteger o superar el 30% de las zonas marítimas nacionales para 2030
Lograr la neutralidad del carbono para 2040
Reducir la contaminación por plásticos, Aumentar el uso de energías renovables
Destinar miles de millones de dólares a la investigación sobre la acidificación de los océanos, a proyectos de resiliencia climática y al seguimiento, control y vigilancia
"La Conferencia nos ha dado la oportunidad de destapar cuestiones críticas y generar nuevas ideas. También ha dejado claro el trabajo que queda por hacer y la necesidad de seguir trabajando en la recuperación de nuestros océanos", dijo Serpa Soares.
Reconociendo un "fracaso colectivo en la consecución de los objetivos relacionados con los océanos" hasta el momento, los líderes renovaron su compromiso (EN) de tomar medidas urgentes y cooperar a todos los niveles, para alcanzar plenamente los objetivos lo antes posible.
Entre los problemas a los que se enfrenta el Océano están la erosión de las costas, la subida del nivel del mar, el calentamiento y acidificación de las aguas, la contaminación marina, la sobreexplotación de las poblaciones de peces y la disminución de la biodiversidad marina.
La declaración reconoce también que el cambio climático es "uno de los mayores retos de nuestro tiempo", y da fe de la necesidad de "actuar con decisión y urgencia para mejorar la salud, la productividad, el uso sostenible y la resiliencia del océano y sus ecosistemas". Los altos cargos políticos reunidos en Lisboa subrayaron que las medidas innovadoras y con base científica, junto con la cooperación internacional, son esenciales para aportar las soluciones necesarias.
Tras abogar por un cambio transformador, los líderes destacaron la necesidad de abordar los efectos acumulativos del calentamiento global sobre los océanos, incluyendo la degradación de los ecosistemas y la extinción de especies.
El Decenio de las Naciones Unidas de las Ciencias Oceánicas para el Desarrollo Sostenible (2021-2030) tiene como objetivo contar con la ciencia que necesitamos para los océanos que queremos.
El marco del Decenio está diseñado para producir una gestión de los océanos mejor informada, restaurar las poblaciones de peces; y movilizar acciones para una pesca y acuicultura sostenibles con el objetivo de lograr una alimentación suficiente, segura y nutritiva.
También está orientado a reducir la contaminación marina de todo tipo, tanto de origen terrestre como marítimo, y a trabajar por una protección marina más eficaz, así como a desarrollar y aplicar medidas de adaptación al cambio climático, reduciendo el riesgo de catástrofes y los efectos de la subida del nivel del mar, junto con la disminución de las emisiones del transporte marítimo.
Empoderar a los jóvenes, las mujeres y los pueblos indígenas
La declaración recalca el papel fundamental de los conocimientos indígenas, tradicionales y locales, la innovación y las prácticas de los pueblos originarios, al igual que el papel de las ciencias sociales en la planificación, la toma de decisiones y la aplicación. Los líderes pugnan por una participación significativa de las comunidades locales.
Uno de los puntos de la declaración pide "empoderar a las mujeres y a las niñas, ya que su participación plena, igualitaria y significativa es clave para avanzar hacia una economía sostenible basada en los océanos y para la consecución del Objetivo 14".
La Conferencia, que pidió a las partes interesadas que adopten urgentemente medidas ambiciosas y concertadas para acelerar la aplicación del Objetivo 14, concluyó asegurando que "restablecer la armonía con la naturaleza mediante un océano saludable es fundamental para el planeta".
El texto reconoce, asimismo, que los países en desarrollo, en particular los pequeños Estados insulares en desarrollo (PEID) y los países menos adelantados, se enfrentan a problemas específicos de capacidad, por ello, los líderes políticos se comprometen a redoblar los esfuerzos de recopilación de datos y a mejorar la cooperación a todos los niveles para compartir conocimientos.
Más de 6000 participantes, entre ellos 24 jefes de Estado y de Gobierno, y más de 2000 representantes de la sociedad civil asistieron a la Conferencia, abogando por acciones urgentes y concretas para hacer frente a la crisis de los océanos.