Texas fue escenario de un nuevo episodio de las consecuencias de la migración irregular con la muerte de al menos 50 personas.
Las víctimas de origen aún desconocido fallecieron al interior de una caja de un tráiler en San Antonio, Estados Unidos.
Los primeros reportes de la policía de San Antonio señalaron que la unidad estaba abandonada entre la calle 9600 de Quintana Road y Cassin Road, cerca de las vías del tren al suroeste de la ciudad.
En el operativo, la patrulla fronteriza y bomberos hallaron a 16 personas con vida y trasladaron al hospital.
Tras este hecho, el gobernador de Texas, Greg Abbot, culpó al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, por las muertes.
En Twitter, escribió: “son el resultado de sus letales políticas de fronteras abiertas y muestran las consecuencias mortales de su negativa a hacer cumplir la ley”.
Desde México, el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, calificó este hecho como una tragedia. En un primer momento, se refirió a muertes 46 migrantes por asfixia y 16 heridos, entre ellos, cuatro menores.