No cesa la violencia contra el gremio informativo en México; este lunes fue asesinado otro periodista. Esta vez la desgracia cayó sobre el periodista michoacano Roberto Toledo, quien fue ejecutado afuera de las instalaciones de Monitor Michoacán, medio informativo para el que trabajaba desde hace tres años, en el municipio de Zitácuaro, al poniente del estado de Michoacán.
Este el cuarto asesinato de un periodista que se registra en lo que va del año, con lo que el mes de enero de este 2022 se convierte ya en el más violento contra la prensa de los últimos 20 años. Antes que Roberto Toledo fuera ejecutado, ya habían sido asesinados dos periodistas en Tijuana: Margarito Martínez y Lourdes Maldonado, en tanto que en Veracruz fue acuchillado José Luis Gamboa.
De acuerdo a los primeros reportes de la policía estatal de Michoacán, Roberto Toledo, de 55 años de edad, fue ejecutado por al menos tres personas que lo esperaban a la salida de su trabajo. Los tres dispararon contra su víctima acertándole por lo menos cinco impactos de bala en diversas partes del cuerpo.
De acuerdo a la versión del periodista Armando Linares, director de Monitor Michoacán, Roberto Toledo fue ejecutado en función de su labor periodística. Su trabajo se había distinguido por hacer denuncias de corrupción entorno a la administración municipal de Zitácuaro, razón por la cual ya había sido amenazado de muerte en diversas ocasiones.
“Uno de nuestros compañeros perdió la vida a mano de tres personas que llegaron y le dispararon de manera ruin y cobarde. Nosotros no traemos armas, nuestra única defensa es una pluma, un lapicero y una libreta. Hay nombres y sabemos de dónde viene todo esto”, dijo Armando Linares.
Las amenazas de muerte que este lunes se cumplieron en contra del periodista Roberto Toledo, no solo fueron vertidas contra él. Otros integrantes del equipo de Monitor Michoacán también cuentan con amenazas de muerte, pero las autoridades del Mecanismo de Protección no han querido conocer del caso.
Sobre las amenazas de muerte cumplidas contra Roberto Toledo, se sabe –por versiones de otros periodistas de Zitácuaro- que estas ya habían sido notificadas al Mecanismo de Protección de Periodistas del gobierno federal, pero nunca se decretaron medidas de protección sobre la persona del hoy asesinado.
Hasta el momento no se ha manifestado ninguna postura de los responsables del Mecanismo de Protección de Periodistas en torno al asesinato de Roberto Toledo, quien habría pedido su incorporación al Mecanismo desde hace por lo menos dos meses, pero nunca fue atendido.
El Vocero de la Presidencia, Jesús Ramírez Cuevas, se limitó a escribir en su cuenta de Twitter: “@GobiernoMX (El gobierno de México) condena el asesinato del periodista Roberto Toledo del portal Monitor Michoacán. Trabajaremos en conjunto con el gobierno estatal y municipal para esclarecer el caso; no permitiremos la impunidad. Defendamos la libertad de expresión y el derecho a la información”.
Pero en términos reales en Michoacán, igual que en gran parte del resto del país, poco o nada se hace por parte del gobierno federal para garantizar el libre ejercicio del periodismo. Actualmente en el estado de Michoacán son por lo menos 32 periodistas locales los que trabajan bajo diversas amenazas de muerte, pero solo 12 comunicadores cuentan con la protección del Mecanismo.
Apenas hace seis días el gremio informativo de Michoacán, igual que el del resto del país, había salido a tomar las plazas públicas de las principales ciudades de la entidad, para exigir al gobierno federal un alto a las agresiones contra los comunicadores, esto después del asesinato de Lourdes Maldonado, ocurrido en Tijuana.
Entre los periodistas que salieron a protestar por la inseguridad contra el gremio informativo estaba Roberto Toledo, sin saber que él era la siguiente víctima de la ola de violencia que se ha agudizado en todo el territorio nacional.
En lo que va de este año ya son cuatro periodistas asesinados. Esta cifra, de un solo mes, ya representa el 50 por ciento de los asesinatos de periodistas que se registraron en el 2021 en todo el país, cuando fueron ejecutados ocho comunicadores. En el 2020 fueron 14 periodistas asesinados, mientras en el 2019 la cifra negra de periodistas ejecutados llegó a 13.
En el estado de Michoacán, que ya se coloca como uno de los estados con mayores índices de inseguridad para los periodistas, del 2017 a la fecha ya se han registrado cuatro asesinatos de comunicadores; en el 2017, el 26 de junio fue ejecutado Salvador Adame Pardo, en el municipio de Nueva Italia; en el 2020, el 8 de enero, fue asesinado Fidel Ávila, en la localidad de Huetamo; en el 2021, el 19 de julio, en la ciudad de Morelia, fue asesinado Abraham Mendoza, y ahora ha tocado el turno a Roberto Toledo, de Zitácuaro.
