Morelia, Michoacán.- Desde los últimos 20 años, la escalada de violencia ha sido una constante en el país, que como saldo ha dejado miles de muertos, desaparecidos y millones de víctimas.
Sin embargo, para Sergio Pimentel Mendoza, presidente de Morena en Michoacán, la implementación de la Guardia Nacional representa un cambio de paradigma en el combate al crimen.
En ese sentido, “aunque las expectativas son altas, Morena tiene toda la confianza de que esta estrategia de pacificación sí cambie la historia moderna del México sangriento de los últimos 20 años”.
A diferencia de los gobiernos que combatieron la delincuencia con la fuerza pública, hoy la Guardia Nacional es solo una pieza que forma parte de una estrategia conjunta que busca atender por primera vez las causas de la violencia con acciones de carácter social.
“La educación y la creación de oportunidades para los jóvenes, son los principales ejes en los que se basa la estrategia de seguridad de nuestro presidente Andrés Manuel López Obrador”, señaló.
No obstante, Pimentel Mendoza aseguró que décadas de violencia no se terminarán en unos meses luego de numerosas estrategias fallidas, corrupción y vinculación entre gobiernos y el crimen organizado.
México comenzó a sufrir los resultados del empoderamiento de las organizaciones criminales y registró los primeros altos índices de violencia a inicios del sexenio de Vicente Fox, que terminó con más de 71 mil muertos.
Con Felipe Calderón no fue diferente. Su gobierno dejó más 102 mil muertos y según cifras oficiales más de 14 mil desaparecidos.
“El 8 de diciembre de 2006, cuando Calderón declaró el inicio de la guerra contra el narcotráfico, lanzó el Operativo Conjunto Michoacán y con ello la guerra y el periodo más sangriento que había tenido el país inicio”.
Y aunque pensamos que no podía ser peor, con Peña Nieto la situación se agravó. Pues si bien nunca lo admitió, dio continuidad a la guerra contra el narco instrumentada por Calderón y dejo el país con más de 118 mil homicidios.
Hoy, el país sigue sufriendo las consecuencias sangrientas de más de 20 años de gobiernos que no han atacado las causas reales de la inseguridad, lo que aseguró es uno de los mayores retos del actual Gobierno Federal.