-Pide a AMLO voltear la vista a Michoacán y evitar que se agudice la confrontación
-No me asustan las amenazas veladas, por la causa que decidí enarbolar vale la pena todo, afirma
Ciudad de México.- El Gobernador Silvano Aureoles Conejo interpuso formalmente una queja ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) por la violación a los derechos humanos y ciudadanos, así como por la discriminación y negativa del presidente de la República, de concederle una audiencia para tratar temas de suma importancia.
“Esta es una cruzada por la defensa de la libertad ciudadana y por la seguridad nacional, yo le hago un llamado al presidente para que volteé a ver a Michoacán, porque no se trata de un tema de Silvano, estamos en riesgo de que la delincuencia gane cada vez más terreno y debilite la autoridad del estado, poniendo en riesgo la paz y el estabilidad de Michoacán”, enfatizó tras entregar el documento.
En su queja, dirigida a la presidenta de la CNDH, María del Rosario Piedra Ibarra, el mandatario expone la injerencia del crimen organizado en las elecciones del pasado 6 de junio de 2021; la terrible crisis de inseguridad que se vive en Michoacán y exhibe que la estrategia federal para combatir los índices delictivos de homicidio, secuestro, extorsión y narcotráfico, no ha rendido ningún fruto.
Silvano Aureoles afirmó que estos temas son asuntos de transcendencia nacional y que se requiere de la corresponsabilidad entre los Gobiernos Federal y el del Estado.
Sin embargo, ante la negativa recurrente en los últimos tres años del presidente Andrés Manuel López Obrador, de otorgarle una audiencia y por las amenazas pronunciadas en su contra tras una serie de visitas que hizo a Organismos Internacionales para alertar el riesgo que se vive, es que decidió acudir ante la CNDH.
El Gobernador afirmó que continuará su cruzada: “yo no me voy a someter nunca y voy a decir las cosas como son, porque el país se encamina hacia el desastre total por las erráticas políticas en todos los frentes”.
Precisó que en su queja anexa las pruebas y documentos que demuestran la intervención del crimen organizando en las elecciones, así como de la persecución política de la que ha sido objeto.
“Voy a dar la cara y voy a dar la batalla, no me asustan las amenazas veladas que he recibido; la causa que decidí enarbolar, vale la pena todo”, concluyó.