• Agua, aire, suelo, temperatura y biodiversidad, entre los servicios ambientales que Michoacán obtiene de sus bosques
Morelia, Michoacán. Las poblaciones requieren para su supervivencia y continuidad de acceso al agua, aire limpio, protección de la biodiversidad, regulación de la temperatura, control de plagas, polinización, retención del suelo, entre otros que, en su conjunto, son denominados servicios ambientales o ecosistémicos.
Michoacán cuenta con 9 mil 509 especies en su territorio; 2.2 millones de hectáreas de bosques y selvas; 10 mil millones de metros cúbicos por año de agua captada por ríos, lagos y lagunas, así como una variedad de ecosistemas terrestres y acuáticos, debido a lo que ofrece múltiples servicios ambientales a los asentamientos humanos.
No obstante, el crecimiento de la mancha urbana, la expansión de la frontera agropecuaria, el cambio climático y la contaminación amagan con reducir las fuentes que nos proveen de estos satisfactores fundamentales para la vida.
Esto hace necesario garantizar que las comunidades propietarias de los predios donde se generan estos servicios ambientales cuenten con los recursos y los incentivos para trabajar por su preservación.
Así, los residentes de los bosques de la entidad precisan de la asignación de financiamiento para su manutención y la realización de acciones de conservación, restauración y prevención de daños a la cobertura vegetal, los que podrán contribuir a evitar que se vean motivados a incursionar en otras actividades, como la tala, la agricultura en suelos forestales o la urbanización.
Destinar presupuesto público y privado a las comunidades protectoras de los bosques y otros ecosistemas es fundamental para que éstas den seguimiento a la preservación de la naturaleza y las poblaciones puedan obtener los beneficios referidos.
La iniciativa de ley ambiental para el desarrollo sustentable impulsada por el Gobierno de Michoacán prevé la construcción de un Fondo Ambiental con las aportaciones económicas de organismos operadores de agua en los principales núcleos urbanos de la entidad, con lo que se pretende devolver a los ecosistemas, en particular, a los bosques, un poco de lo mucho que estos nos dan.
Hasta el 3.5 por ciento de la recaudación efectivamente captada por los organismos operadores de agua potable en localidades con 100 mil o más habitantes sería utilizado para costear los pagos a los protectores de los bosques para que estos tengan recursos para su manutención y puedan desarrollar proyectos de aprovechamiento y preservación.
Ello representa entre 15 y 20 millones de pesos anuales, que se utilizarían, inicialmente, para atender 2 mil hectáreas en cuatro núcleos agrarios, como la comunidad indígena de San Cristóbal y el ejido El Rosario, ambas en la región Oriente de Michoacán.
Nuestros bosques son el verdadero oro verde del Estado; cuidarlos y preservarlos es fundamental para lograr la sustentabilidad de las poblaciones y el equilibrio de los ecosistemas.