Contra ambos fenómenos tenemos la misma estrategia: legalidad, transparencia y mucha explicación y pedagogía pública. Una meticulosa construcción de cada elemento del sistema electoral y la absoluta apertura para la revisión, inspección y examen de las boletas, actas y cada decisión de las autoridades mexicanas. Por eso, para nosotros la observación nacional e internacional es especialmente relevante.
Nuestra democracia necesita la mayor cantidad y la mejor calidad de testigos de nuestras elecciones. Necesitamos que nuestra ciudadanía, partidos, gobierno, sociedad civil y prensa, pero también la prensa internacional, los actores y gobiernos democráticos de todo el mundo, tengan constancia de la integridad del sistema electoral en México, de su pulcritud y de sus resultados.
Estados Unidos acudió a su última cita electoral el año pasado y pudo superar sus dificultades entre otras cosas porque sus instituciones hallan sus raíces en una larga y muy asentada tradición. Las nuestras, en cambio, son raíces muchísimo más jóvenes, por eso tenemos la obligación de redoblar su cuidado. Nuestra tarea en 2021 no solo consiste en garantizar la organización de elecciones hoy, sino cuidar el edificio institucional democrático para las elecciones mexicanas de los años por venir.
La opinión de Lorenzo Córdova Vianello Consejero Presidente del Instituto Nacional Electoral de México.