Tras cinco meses de enfrentar en México la epidemia causada
por el coronavirus y la enfermedad COVID-19, hoy vive el país su
momento más crítico, hemos llegado al medio millón de
contagios y más de 55 mil muertos.
La epidemia ha provocado la crisis económica nacional más
profunda del último siglo, con una caída del 10 por ciento del PIB,
según los pronósticos más recientes, que sumará a 10 millones de
nuevos pobres, y en consecuencia se perderán los avances en
combate a la pobreza de la última década.
Ante el escenario complejo, el país requiere más que nunca un
ajuste del esquema federal, porque hasta ahora los gobiernos
locales llevamos más de cinco meses haciéndole frente al
desafío de la epidemia y a la brutal caída de la economía, con
nuestros propios recursos y estrategias, asumiendo todos los
riesgos.
Esta relación es insostenible y no es sana ni para las entidades ni
para el país, pues hasta ahora ningún Gobierno Estatal o
Municipal cuenta con las capacidades necesarias y suficientes
para continuar atendiendo la crisis por sí mismos.
Considerando lo anterior, y con base en el trabajo realizado en
los últimos meses por la Alianza Federalista, los gobiernos de los
diez estados que la conformamos, consideramos urgente y
necesario que sean abordados, en la agenda de la próxima
Reunión Ordinaria de la CONAGO con el Presidente de la
República, cuatro temas que son de gran importancia para
enfrentar esta coyuntura y las dificultades estructurales que
vivimos en el país.
El primer punto es, sin duda, el fortalecimiento de los 32 sistemas
de salud, a través de diversas medidas de inversión pública, que
se traduzcan en un acceso efectivo del derecho a la salud de
toda la población del país.
Segundo, es de gran relevancia acordar la estrategia y la forma
en que se instrumentará la reactivación económica del país, a
través de sus Estados y Municipios, que nos permitan recuperar los
más de 8 millones de empleos perdidos en estos cinco meses de
epidemia.
Tercero, los estados aquí representados hemos insistido en la
necesidad de analizar el pacto fiscal, es decir, que la
redistribución de la hacienda pública obedezca a criterios de
justicia y logre reducir problemas de desigualdad.
Cuarto, necesitamos apuntalar una política pública de desarrollo
y utilización de energía verdes, que le permita a México
garantizar una mejor relación con nuestro patrimonio natural y
comenzar a transformar el uso de energías no renovables.
Los 10 Gobernadores que integramos la Alianza Federalista
reiteramos nuevamente ante el país, la necesidad de actuar de
manera extraordinaria, privilegiando el diálogo y la
coordinación, para poder hacerle frente a esta doble crisis que
sigue golpeando la salud y el bolsillo de los mexicanos.
Hoy más que nunca una verdadera coordinación y un verdadero
federalismo nos conviene a todos, le conviene a nuestros
municipios, a los Estados, a la Federación.
Le conviene a México.