• Extensionistas ahora son especialistas en prácticas para dar respuestas a problemas de fertilidad de suelos y protección vegetal
• En nueve regiones del estado, académicos y científicos de la Universidad Autónoma Chapingo y del Instituto Politécnico Nacional, realizaron prácticas en parcelas demostrativas para elaborar compostas, lombricompostas y derivados para mejorar la producción hortofrutícola de la entidad
Con éxito, extraordinarios resultados y un gran aprendizaje, concluyó la primera etapa de capacitación para extensionistas y productores de nueve regiones de la entidad, mismas que pudieron elaborar diversos preparados agroecológicos, como compostas, lombricompostas, lixiviados y fungicidas orgánicos por citar algunos.
Rubén Medina Niño, titular de la Secretaría de Desarrollo Rural y Agroalimentario (Sedrua) detalló que el Programa de Agricultura Sustentable ha rebasado toda expectativa, y ha generado un gran interés en otros estados del país.
Medina Niño destacó que el trabajo realizado por el equipo encargado del Programa, ha sido más que satisfactorio; además, los científicos y académicos, han estado muy cerca de los técnicos especialistas, innovando y realizando prácticas de manera permanente en parcelas demostrativas de alrededor de 40 cultivos.
El funcionario explicó que el objetivo fundamental ha sido recuperar la nutrición de los suelos, así como controlar y erradicar las plagas de manera natural desde la raíz, lo cual ha sido exitoso y novedoso.
Agregó que el consorcio microbiano, el biofertilizante y el bioestimulante orgánico, han logrado incrementar la producción hortofrutícola en Michoacán, se han bajado los costos de producción, pero además se ésta cambiando la cultura en la forma de sembrar; hoy hay más productores convencidos de no aplicar fertilizantes químicos y hay un mayor compromiso con mejorar el medio ambiente.
Reiteró que en Michoacán el Programa de Agricultura Sustentable promueve un sistema de soluciones que aporta resultados contundentes para la producción agrícola, basado en la integración de prácticas agroecológicas, donde destacan los siguientes puntos: 1.- Rescate del conocimiento campesino combinado con las aportaciones de la sociedad del conocimiento. 2.- Diagnóstico de la fertilidad del suelo; 3.- aprovechamiento intensivo del potencial genético de las especies y variedades cultivadas, en este caso de mango; 4.- Acondicionamiento del suelo, apoyado en la remineralización para restaurarlo e incrementar su calidad.
5.- Restauración del nivel de la materia orgánica humificada en el suelo. 6.- Restauración de la biología del suelo. 7.- Manejo adecuado y suplementario de la nutrición vegetal, con la fertilización foliar, nutrientes y bioestimulantes. 8.- Manejo de malezas. 9.- Manejo fitosanitario en suelos y partes aéreas con un consorcio microbiano. 10.- Prácticas de restauración de suelo y agua. 11.- Acompañamiento técnico.
Recordó que el equipo de soporte científico ésta encabezado por el doctor Gerardo Noriega Altamirano, académico y científico de la Universidad Autónoma Chapingo (UACh) y del Instituto Politécnico Nacional (IPN), apoyados de los Sistemas de Información Geográficos (SIG) y Sistemas de Posicionamiento Global (GPS) que delimitan zonas de manejo agronómico para promover una Agricultura Sustentable.
Indicó que la Agricultura 5.0, o agricultura sustentable, además de precisión en los cultivos, brinda elementos para el diseño y aplicación de tecnologías basadas en el manejo de los suelos, producción agrícola, para producir alimentos de alta calidad y en cantidad suficiente con el objetivo de caminar hacia la sustentabilidad, lo cual resulta indispensable en el contexto sanitario por la pandemia del COVID-19.