• A través del innovador programa implementado por el Gobierno del estado, se busca restaurar los suelos agrícolas y garantizar la producción agroalimentaria • Notorio y demostrado en cultivos, el funcionamiento de los insumos elaborados por científicos de Chapingo y del Politécnico Nacional
Ante el reto mundial que significa la pandemia por el COVID-19 y los nuevos desafíos de estos tiempos, el Gobierno de Silvano Aureoles Conejo, a través de la Secretaría de Desarrollo Rural y Agroalimentario (Sedrua), promueve la seguridad alimentaria y la restauración de los suelos a través del Programa de Agricultura Sustentable. Rubén Medina Niño, titular de la dependencia, señaló lo anterior y resaltó que, a un año de haber arrancado el programa, se han superado todas las expectativas y las y los productores han podido corroborar con resultados en sus cultivos lo innovador y extraordinario que resulta combinar la ciencia, la técnica y los conocimientos acumulados en el campo, de las mujeres y los hombres del sector rural. Por medio del Programa Agricultura Sustentable, dijo, se capacita a líderes productores y se transfieren tecnologías, como la elaboración de compostas y la lombricomposta para aprovechar los residuos orgánicos y producir abonos agroecológicos que restauren el patrimonio suelo, y así puedan incrementarse los rendimientos y la calidad. Se busca, además, dijo, que el programa ofrezca a las y los consumidores calidad alimentaria y se contribuya a mejorar la inmunología del cuerpo humano como una medida de mitigación ante el COVID 19. Por este motivo, en las diferentes regiones de la entidad el equipo de extensionistas de la Sedrua, con el apoyo de académicos de instituciones de gran prestigio en educación superior, como la Universidad Autónoma Chapingo (UACh) y el Instituto Politécnico Nacional (IPN), capacita y establece módulos para la producción de abonos orgánicos, bio insecticidas y fungicidas naturales. De esta forma Michoacán construye estrategias para revertir el deterior ambiental, mejorar la producción de alimentos y transitar a la sustentabilidad. La importancia de restaurar los suelos El suelo es fundamental para pensar en cualquier progreso en el agro, pues es un recurso natural no renovable: para formar un suelo, la naturaleza requiere cientos de años. El Gobernador del estado, Silvano Aureoles Conejo, como agrónomo que es, tiene la preocupación ambiental de conservar el patrimonio suelo. El suelo tiene la función de soporte biológico en los ecosistemas terrestres; participa en los ciclos del carbono, azufre, nitrógeno y fósforo, como parte fundamental en el equilibrio de los ecosistemas; es un filtro y amortiguador que retiene sustancias. Además, protege las aguas subterráneas y superficiales, transforma compuestos orgánicos hasta que se forman metabolitos y nutrientes para las plantas, proporciona materias primas renovables y no renovables, de utilidad para el ser humano. También es proveedor de servicios ambientales. El suelo destaca en el ámbito agronómico por ofrecer un servicio ambiental, el de provisión, en el ocurre el desarrollo vegetal, gracias al suelo la sociedad obtiene plantas comestibles, forraje, fibras y combustible. El Programa Agricultura Sustentable, reconoce la importancia del suelo como recurso fundamental en la lucha contra el hambre y la inseguridad alimentaria, y como proveedor de otros servicios ambientales. Para evaluar la calidad del suelo se utilizan varios parámetros, uno de ellos es la materia orgánica del suelo, lo que revela que el 49% de los suelos michoacanos necesitan mejorar su nivel de fertilidad natural, ya que es la reserva nutrimental, que mediante la mineralización son liberados los nutrimentos como: nitrógeno, fósforo, azufre, entre otros. La materia orgánica influye en las propiedades físicas, químicas y biológicas del suelo, destacando como fuente de energía para la biología del suelo, entre numerosos aspectos. El fósforo, nutrimento insustituible y abundante en el estiércol Y aquí cabe hablar del fósforo, que es un nutrimento insustituible y no sintetizable, proveniente del intemperismo de la roca madre. Así llega a la solución del suelo, donde los microorganismos: bacterias, hongos y plantas lo incorporan a su biomasa. El fósforo lo encontramos en los residuos agrícolas, como el estiércol. En Michoacán, como en el resto del país, con la Revolución Verde se practicó un uso intensivo de los fertilizantes de síntesis química; sin embargo, en la actualidad se encienden las alarmas ante el riesgo de que agotemos las reservas mundiales del fósforo, el cual sus yacimientos se concentran en seis países: Marruecos, China, Argelia, Siria, Sudáfrica y Jordania. El consenso de los científicos y expertos, revela la necesidad de un uso sustentable de este nutrimento, en ello coinciden opiniones de expertos mundiales, quienes vaticinan que en los próximos cien años, la sociedad se colocará en una situación de inseguridad alimentaria atribuible a la alta tasa de extracción de fósforo, que es de alrededor de 24 millones de toneladas anuales, que provienen de minerales. De ahí la importancia de aprovechar los residuos de origen animal como los estiércoles. La opinión científica señala que a partir del 2030 se advierten dificultades para abastecer a la producción agrícola del mundo; por ello, el reciclaje es una alternativa de abasto nutrimental para los cultivos, que es económica y alcanzable, y que apoyada con el uso de microorganismos como micorrizas y bacterias solubilizadoras de fósforo, que son la estrategia para caminar a la sustentabilidad. Finalmente, Medina niño mostró como ejemplo dos cultivos de maíz, en donde es notorio en la planta el impacto de los insumos del Programa de Agricultura Sustentable. |