En Michoacán, los grandes ausentes en la conmemoración del Día Mundial de los Humedales, fueron el componente social y el principio de la ética, aseguró el MC Mateo Castillo Ceja, representante de La Carta de la Tierra en México, aunque confió en que estas celebraciones, sean inspiradoras del gobierno estatal, para que impulse, seriamente, un ambicioso programa de restauración ecosistémica de los humedales de Michoacán.
En este marco, destacó que el principio 5 de La Carta de la Tierra propone un contexto adecuado de nuestras relaciones con los humedales, pues establece la importancia de “Proteger y restaurar la integridad de los sistemas ecológicos de la Tierra, con especial preocupación por la diversidad biológica y los procesos naturales que sustentan la vida”; además que nos invita a “…adoptar, a todo nivel, planes de desarrollo sostenible y regulaciones que permitan incluir la conservación y la rehabilitación ambientales, como parte integral de todas las iniciativas de desarrollo”.
El 2 de febrero en Pátzcuaro, el gobierno de Michoacán, realizó un acto para recordar el Día Mundial de los Humedales, y para el punto focal mexicano de La Carta de la Tierra, esta celebración “… solo fue clara en dar a conocer los beneficios de estos espacios húmedos, que resguardan gran diversidad biológica y tienen funciones importantes en el ecosistema, dotando de servicios ambientales, pero poco se profundizó en la verdadera problemática y las causas de su degradación, y descomposición”.
La celebración estuvo a cargo de la Secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), la Comisión de Áreas Naturales Protegidas (CONANP), el Gobierno del Estado a través de la Secretaria de Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Territorial de Michoacán, el Gobierno Municipal de Pátzcuaro, y desde luego la Unión de Pescadores de la Isla de Urandén.
Esta celebración de corte académico y poco social, dijo, reunió a investigadores reconocidos con una tradición y presencia en el estudio de estos cuerpos ecosistémicos de gran importancia para el planeta. Sin embargo, los ciudadanos no estuvieron, “… ni presentes, ni representados”, lo que es revelador, porque para el ciudadano común, representa un gran reto la transformación de su conciencia, en acciones para la recuperación y restauración de los ecosistemas de humedales.
“Yo confío que esta celebración inspire la creatividad de los diferentes órdenes de gobierno y sociedad para emprender un programa ambicioso de restauración ecosistémica de los humedales prioritarios de Michoacán, y un programa urgente de educación en el conocimiento de los beneficios y servicios ambientales que proporcionan los humedales”, señaló Castillo Ceja al referir que solo así es posible pensar que surja de manera natural, una relación más ética de la sociedad y su entorno natural, donde el respeto y el cuidado sean los valores que prevalezcan en las comunidades.
En esta sesión de trabajo se compartió el inventario nacional, de 6 mil 331 humedales, y se informó que más de 67 por ciento de ellos presentan un estado de deterioro avanzado. Desde 1900 a la fecha, poco se profundizo en las causas originales del deterioro, dijo Mateo Castillo, al explicar que una posible razón de esta degradación, la podemos encontrar a partir de la relación ética de los seres humanos con estos ecosistemas.
Se platearon los procesos naturales de deterioro de humedales, como consecuencia de la agricultura intensiva, urbanización, contaminación, construcción de represas, adecuación de tierras para la infraestructura turística, desecación, y otras formas de intervención, que disminuyen la calidad de los servicios ambientales que generan los humedales.
Mateo Castillo Ceja, explicó: “Llamó mi atención la reflexión, y demanda al mismo tiempo, del tata Rubén Gabriel Trinidad, representante de la Unión de Pescadores de la Isla de Urandén”. Dijo que las 1000 familias que viven de la pesca, enfrentan una severa crisis económica, por la disminución de las especies nativas, como el pescado blanco y acúmara. El líder social se refirió a la contaminación, pérdida de profundidad y el cambio de uso del suelo principalmente, como problemas que impactan negativamente los humedales. Y exhibió la falta de apoyo económico para impulsar la acuacultura, además de que la isla de Urandén, no ha despegado turísticamente, a pesar del esfuerzo comunitario en acciones de limpieza y la faena social para extraer el lirio.
Mateo Castillo comentó que tata Trinidad solicitó incrementar los proyectos para las especies endémicas donde sean considerados la experiencia de los pescadores locales, exigió un programa de saneamiento, proyectos ecoturísticos, productivos y comerciales, “¨… y lo dijo muy categóricamente ‘¡a la voz de ya!’”.
Michoacán posee nueve humedales de gran importancia, y también presentan síntomas de degradación ambiental, asociadas a actividades antropogénica. “Nuestro reto es salvarlos, pero exige ética y la participación a todos los niveles”, concluyó.