- El auditor Miguel Ángel Aguirre Abellaneda subraya la importancia de incidir en la transformación conceptual y real sobre el manejo de los recursos públicos
En esta nueva etapa, uno de los objetivos que se ha planteado la Auditoría Superior de Michoacán es caminar hacia la consolidación de una cultura plena de rendición de cuentas en el estado, esto como práctica inherente a un buen ejercicio de la función pública.
Así lo refirió Miguel Ángel Aguirre Abellaneda, auditor Superior de Michoacán quien apunta que uno de los grandes retos para todo órgano fiscalizador es incidir en la transformación conceptual y real sobre el manejo de los recursos públicos, en donde no exista margen de duda que el debido ejercicio, la transparencia y la eficiencia son valores esenciales en el quehacer de todo servidor público.
“Por muchos años en nuestro país se ha dado una concepción distorsionada sobre el ejercicio público y la responsabilidad gubernamental, partiendo de la perspectiva individual y no colectiva, por lo que es necesario enfocar esfuerzos para entender que la naturaleza de la tarea gubernamental es pública”.
Recordó que es condición necesaria para la estabilidad y el desarrollo del Estado, que su fiscalización garantice la apropiada y eficaz utilización de los fondos públicos, en la búsqueda de una gestión pública rigurosa que dé regularidad a la acción administrativa de los poderes públicos y de los diferentes niveles de gobierno.
Por ello destacó la importancia del fortalecimiento y la transformación de paradigmas en el actuar de un organismo como la Auditoría Superior de Michoacán, en donde exista un claro control de la legalidad y regularidad de las operaciones de la administración pública.
En ese sentido, subrayó que una de las tareas inmediatas al interior del organismo es contar con miembros con la calificación e integridad moral necesarias para el cabal cumplimiento de sus tareas