• Con los sentimientos a flor de piel, la miembro de la cámara de representantes en Illinois, intercambió anécdotas e historias con las madres y padres de familia durante el vuelo
Illinois, Estados Unidos.- El cariño, respeto y compromiso que, como ciudadana binacional, siente Karina villa por los mexicanos, quedó demostrado una vez más, en su acompañamiento a los 20 integrantes del programa sello del Gobierno de Silvano Aureoles Conejo, Palomas Mensajeras, que el pasado domingo viajaron con ella en su regreso a Chicago.
La actual representante estatal y candidata al Senado de Illinois, hija de una mujer michoacana y un hombre Duranguense, hizo honor al reconocimiento al “Migrante Michoacano 2019”, que recibió el pasado 13 de diciembre en Uruapan y con palabras de cariño se dirigió a las personas adultas mayores que durante todo el vuelo le contaron historias y anécdotas que por momentos la hacían llorar.
Don Santiago, de 95 años de edad, fue quien más llamó la atención de Karina, pues a pesar de su avanzada edad, venció sus miedos para por primera vez, subirse a un avión y viajar tan lejos, para reencontrarse en Estados Unidos con sus hijos, a quienes tenía 25 años sin ver.
Ahí, ante esas madres y padres de familia que durante décadas no habían visto a sus hijas e hijos y no conocían a sus nietos y bisnietos, Karina ratificó el compromiso de trabajar en Estados Unidos, en acciones encaminadas a generar leyes que permitan a los migrantes mantener a salvo sus derechos y preservar la reunificación familiar.
“Yo fui afortunada porque disfruté de abrazos, calor y cariño de mis abuelos y por eso debo de trabajar duro, por ustedes, porque a sus nietos y bisnietos si les han hecho mucha falta, ellos sí los necesitan a ustedes, necesitan tenerlos cerca como cuando yo crecí disfrutando del amor de mi familia” les expresó Karina, durante la charla con ellos en el avión.
A su llegada a Chicago, Karina entregó a las Palomas Mensajeras a sus seres queridos, quienes los recibieron entre abrazos, risas, llanto, flores, globos y regalos, a ritmo de canciones entonadas por un mariachi.