Día Mundial de la Salud Mental, que se celebra el 10 de octubre, es una oportunidad para concienciar y movilizar a la población acerca de cuestiones relativas a la salud mental. En esta ocasión, la jornada se centrará en la prevención del suicidio.
Cada año, cerca de 800 000 personas fallecen por esta causa, y otras muchas intentan suicidarse. Cada suicidio es una tragedia que afecta a una familia, a una comunidad o a todo un país y que tiene consecuencias duraderas en las personas cercanas a la víctima. El suicidio no respeta edades y es la segunda causa de defunción entre los jóvenes de 15 a 29 años.
El objetivo final del Día Mundial de la Salud Mental es recordarnos que la salud de todo individuo –en todas las etapas de la vida–, es la base sobre la cual se construyen vidas plenas y satisfactorias. En 1946, la recién formada Organización Mundial de la Salud definió “salud” como “El estado de completo bienestar físico, mental y social, no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades.” Reconocer la importancia de la relación entre la salud física y la salud mental y el bienestar en todas las etapas de la vida es esencial para garantizar personas sanas, familias que funcionan y comunidades florecientes. Como se ha demostrado innumerables veces a lo largo de la historia, descuidar la salud y el bienestar de cualquier segmento de la población, ya sean los niños, los adultos que trabajan o los ancianos, lleva a problemas humanos y sociales graves para naciones enteras.