Hallazgo de una infraestructura hidráulica colonial que
data entre 1710 y 1740
Investigadores del Instituto Nacional de Antropología e
Historia (INAH) Michoacán y del Servicio
Arqueomagnético Nacional (SAN), del Instituto de Geofísica Unidad
Michoacán, de la UNAM Campus Morelia, logran estimar temporalidades de los
vestigios de una obra hidráulica colonial en la calle Ahumada de la ciudad de
Pátzcuaro.
En enero de 2022 se llevaron a cabo
trabajos de reposición de tuberías de drenaje y repavimentación en la calle
Ahumada de la ciudad de Pátzcuaro. Como resultado de las excavaciones afloraron
algunos materiales arqueológicos y un alineamiento de piedras, por lo que el
Instituto Nacional de Antropología e Historia en Michoacán llevó a cabo un
rescate arqueológico.
En las actividades de rescate, a cargo de la
arqueóloga Eugenia Fernández Villanueva,
del INAH, se recuperó una gran cantidad de fragmentos cerámicos, en su
mayoría de la época colonial, aunque también se encontró material
correspondiente a la época prehispánica, tanto fragmentos de alfarería como de
piedra tallada, principalmente obsidiana.
El alineamiento que afloró correspondía a
parte de un canal de conducción de agua, construido con piedra, que se localizó
casi al centro del arroyo vehicular, a 75 cm de profundidad. Al ampliar la
excavación hacia el norte afloró otra obra de infraestructura hidráulica,
consistente en losetas cuadrangulares de barro, de 25 por 25 por 4 cm por lado
y espesor respectivamente, colocadas directamente sobre la tierra sin mortero
alguno y flanqueadas por un alineamiento de piedras unidas entre sí con una mezcla
de cal y arena. La obra fue construida
en un nivel más alto que el de piedra y más cargado hacia el lado poniente de
la calle. Se liberó únicamente un tramo de 6.5 m de longitud.
Se logró estimar la temporalidad de la
obra mediante el método magnético en las instalaciones del SAN del Instituto de Geofísica Unidad Michoacán, perteneciente a la máxima casa de
estudios. Según el Dr. Avto
Gogichaishvili, responsable de SAN, la datación se logró gracias a que la
loseta de barro cocido, algo semejante a un ladrillo, contiene minerales
magnéticos tales como la magnetita y la hematita que bajo ciertas condiciones
podrían guardar las huellas del campo magnético terrestre al momento de su
elaboración, es decir, durante el enfriamiento desde altas temperaturas. La
magnetización termorremanente así formada, se compara con la variación secular
del campo magnético de nuestro planeta para estimar los probables intervalos
cronológicos. La loseta de barro analizada arroja un intervalo bastante
estrecho, entre los años 1710 y 1740, siendo ésta la cronología absoluta que se
asociaría a la obra hidráulica colonial en la calle Ahumada de la ciudad de Pátzcuaro.