⠂Sólo quedas ese sin modificaciones provenientes del concilio de Trento
Pátzcuaro, Michoacán . Con una inversión de 1 millón 120 mil pesos, el Gobierno del Estado, a través de la Secretaría de Cultura (Secum), el ayuntamiento de Pátzcuaro y la comunidad de Santa María Huiramangaro, acordaron la restauración del retablo principal del templo de Nuestra Señora de la Asunción, en ese poblado.
Se trata de uno de los primeros retablos que se hicieron por los franciscanos, con la finalidad de evangelizar, hacia el año de 1530.
La intervención forma parte de una primera etapa de adecuaciones que se tienen que hacer en el templo, el cual es una joya arquitectónica para Michoacán; una vez restaurada, traerá desarrollo, turismo y cultura para la comunidad", explicó Claudio Méndez Fernández, titular de la Secum.
La comunidad de Santa María de Huiramangaro cumplió una función de misión evangelizadora y punto de avanzada para la fundación de otras comunidades religiosas. Fue “cabecera del partido”, el equivalente a cabecera municipal en la actualidad, y pertenecieron a ésta las comunidades de Ajuno, Zirahuén y San Juan Tumbio.
Tanto el retablo principal, los retablos laterales, las arcadas, el sotocoro y el plafón policromado, se realizaron con anterioridad al Concilio de Trento (1545-1563) el cual modificó la configuración de los diversos espacios religiosos del mundo católico.
Este hecho le da singular relevancia histórica y artística al Templo de Santa María Huiramangaro, al ser el único en Michoacán que conserva sus características originales de secuencia discursiva, manejo espacial, formal y funcional, previas al concilio antes mencionado.
El templo mantuvo las características casi intactas debido a que, en 1679, se secaron los ojos de agua en la comunidad; a la par, la “cabecera del partido” se cambió a Zirahuén.