El correcto manejo de alimentos y garantía de inocuidad coadyuva a una reinserción social exitosa: Javier Ayala Rodríguez

 Con la obtención por segunda ocasión del Distintivo “H” en el Penal de Alto Impacto de Morelia, la Secretaría de Gobierno a través del Sistema Penitenciario del Estado de Michoacán, cuenta con cinco cocinas que han obtenido dicha certificación, lo que garantiza un correcto manejo de los alimentos en apego a derechos humanos, así como el orden las áreas de alimentación en los penales.

Así lo manifestó el coordinador del Sistema Penitenciario, Javier Ayala Rodríguez, en el marco del recorrido realizado por la unidad de verificación de la certificadora SeeMan, en el Penal de Alto Impacto, en la que se hizo una rigurosa evaluación de los procesos en el manejo, preparación y almacenamiento de los alimentos, y se determinó otorgar el Distintivo “H” a la cocina.

El Distintivo “H”, que corresponde al cumplimiento de la Norma Mexicana NMX-F-605-NORMEX-2015 y que acredita la calidad, higiene y seguridad de los alimentos y bebidas, así como procesos que se realizan al interior de la cocina, áreas de alimentación y almacenamiento.

Actualmente, hay tres centros penitenciarios estatales que mantienen la certificación desde 2018 que son Tacámbaro, Alto Impacto de Morelia y el de Apatzingán; mientras que Unidad Especializada para Adolescentes y Adultos Jóvenes obtuvo su certificación en 2018 y el Centro Penitenciario de Zamora la obtuvo en 2019.Asimismo, para este año serán certificadas las cocinas del penal de La Piedad y el de Zitácuaro.

A decir de Ayala Rodríguez, a través de la certificación se logra ordenar y estandarizar los métodos para el manejo, preparación y control en la alimentación de las personas privadas de su libertad, así como un mayor control del ingreso de objetos y sustancias y garantizar la sanidad de los alimentos que se sirven, previniendo riesgos sanitarios al interior de los centros.

“A través del manejo adecuado de los alimentos, el Sistema Penitenciario da cumplimiento a los ejes rectores de la reinserción social, priorizando la salud y el acceso a la alimentación, así como el respeto pleno a los derechos humanos de las personas privadas de su libertad, lo que coadyuva a una reinserción social exitosa”, concluyó.